CRITICA

 

Benjamin Carrión"En verdad. Alejandro Carrión tiene su estigma de poeta bien impresa en la frente."

Randall Jarrell"Alejandro Carrión’s real productions can evoke from me only Ah, si or Que lindo es Michoacán!

New Directions Publishers: "The poetry of Alejandro Carrión is earthy, direct, intense."

Alicia Yánez CossíoExpreso mi agradecimiento a la Academia Ecuatoriana de la Lengua al designarme como miembro de Número, para acceder a la silla que dejó vacante Alejandro Carrión, uno de los escritores más significativos de nuestra Literatura, en este oficio de escribir, largo camino hacia adentro, hasta llegar al decisivo hallazgo de la razón de ser. Alejandro Carrión no está con nosotros. Está en el tiempo...

Ángel Felicísimo Rojas: Al principio fue ambidextro: como poeta, publicó casi a renglón seguido tres cuadernos de poesía: Luz del nuevo paisaje, Poesía de la soledad y el deseo y Agonía del árbol y la sangre. Y como narrador se estrenó con un libro de cuentos: La manzana dañada, que es un libro consagrado a evocar recuerdos infantiles. Al referirme otras veces a este libro, he confesado paladinamente que no puedo leer uno de sus cuentos, “El sollozo”, sin que sienta que se me hace un nudo en la garganta. Nudo que, por cierto, no es el de la corbata.

Rodríguez Castelo:   "... Alejandro Carrión era el pentatlonista de la literatura ecuatoriana. Decía: el atleta de pentatlon no es el mejor en una carrera de cien metros, pero debe tener una gran marca.. No es el mejor del mundo en salto largo, pero debe tener una gran marca. Alejandro Carrión es eso, decía yo: no es el mejor poeta de este país, pero es un gran poeta. No es el mayor novelista del país, pero tiene una buena novela que es La espina. No es el mejor cuentista de este país, pero tiene cuentos memorables e importantes"

Raúl Arias:  "… resulta paradójico y grotesco que el Premio EUGENIO ESPEJO haya sido otorgado en 1986 por León Febres C. a Alejandro Carrión, cuando éste ha realizado un acuchillamiento “entusiasta” del ilustre duende quiteño, deformándole y enalteciendo a sus encarnizados enemigos.  Esta clase de corrupción no es nueva en nuestra república, pero debe ser registrada en la historia."

Rodolfo Pérez Pimentel:  "...Erudito naturalmente y sin poses, de gran memoria que le ofrecía acertadamente dar la tónica exacta a cada una de sus pormenorizaciones. Fue poeta de sentimientos profundos y de grandeza humana existencial pocas veces dada en nuestra literatura. Con Manuel J. Calle a) Ernesto Mora, Pío Jaramillo Alvarado a) Petronio, Raúl Andrade Moscoso. Adolfo H- Simmonds a) Porthos y Leopoldo Bemtes Vinueza a) Alcino, forma la plana mayor del periodismo ecuatoriano del siglo XX, por eso el Núcleo de Loja de la CCE. le dedicó en 1.993 el No. 47 de la revista "Mediodía" en 191 pags. recogiendo las diversas opiniones vertidas en la prensa nacional con motivo de su muerte."

Edmundo Ribadeneira, "destaca sobre su primer cuentario: "Libro de revelaciones profundas, los relatos de La manzana dañada constituyen un cuadro emocionante y recio de la educación religiosa en el país en una de nuestras ciudades de provincia."

Delores M Martin, From:  Handbook of Latin American Studies: HumanitiesAlejandro Carrión En el reino de los golilas. "History at its best and its worst.  Contains series of well-told, but undocumented and not altogether accurate vignettes.  Valuable nonetheless because the author understands and uncovers the mentality of his ancestors better than some of his academic counterparts".

Claudio Mena Villamar, "Si bien los buenos periodistas son más leídos que los libros de los buenos literatos porque los periódicos llegan todos los días a miles de lectores, la abundante obra de Alejandro Carrión no se agota en el campo del periodismo. En la literatura ecuatoriana: Novela, cuento, ensayo, poesía, su lugar es destacado y tendrá que venir el tiempo, cuando las pasiones engendradas por su labor como periodista se diluyan, para que se valorice su obra de literato, una obra excelente que consta en la edición de sus obras completas editadas por el Banco Central".

Jorge Vivanco M.  "Alejandro Carrión fue uno de los más fecundos escritores y periodistas del Ecuador; una de las figuras culturales de mayor reciedumbre que hemos tenido en el presente siglo."

Oswaldo Viteri "En otras épocas, el diario El Comercio tuvo grandes editorialistas, Juan sin Cielo (Alejandro Carrión); Raúl Andrade; mi suegro, el poeta Jorge Reyes, así como otros distinguidos periodistas..."

Luis Garcia Jaime  "Siempre se dio en el Ecuador el sistema de robar popularidad, el mismo que hasta hoy se repite y se repitió mucho en tiempos de ese hombre de gran popularidad José María Velasco Ibarra. El periodista Juan sin Cielo se hizo una personalidad, a base de atacarlo casi día a día.
A los políticos y a uno que otro periodista, no les dio siempre resultado este jueguito, pero a una minoría sí le resultó beneficioso."

Anónimo - Carta al Editor, Diario Extra - 14 de Octubre 2005:  "Este Ecuador, nuestro lindo país tiene de todo: hasta escritores que han permanecido ocultos en la penumbra vaga por aparecer de pronto queriendo emular a Juan Montalvo, a Juan Sin Cielo, a González Suárez..."

Milton Reyes Herrera - "recuerdo todavia el debate Leon Febres Cordero... Donde el macho oligarca salio a flote, ... Frente a un educadito Borja ...
De ahi, el veame a los ojos, y acciones destinadas a pasear la hombria por sobre la discusion fue la constante frente a un impavido Juan Sin Cielo, periodista nombrado por sus colegas en esos tiempos como intachable, pese a que ya era conocida por medio Ecuador su aficion por la derecha, especialmente despues del amanzamiento producido por los pichirilos."

Felipe Aguilar Aguilar:   “...el humor, lindando con la jocosidad simple y llana, que caracteriza algunos textos de Alejandro Carrión, extraño en un autor que ha escrito la novela más lacerante y angustiada de nuestra historia literaria, “La Espina”; pero normal si es que recordamos que la vena humorística de Carrión no admitía pausas cuando ejercía el periodismo con el seudónimo de Juan sin Cielo.” En “el Humor Cuencano” REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL AZUAY N° 39 Abril 2006