Texto inédito, inconcluso (sin fecha; c. 1945).

En ausencia de Dios

Texto escrito cuando Alejandro Carrión tenía 30 años. Recuerda un día cuando niño, de esos que quedan grabados para siempre, que nos hacen pensar en La manzana dañada pero, en este caso, el lenguaje introspectivo –a veces poético– ya no es el de un colegial.

Texto inédito, inconcluso (sin fecha).

Mi primera poesía

“Cuando yo escribí mi primera poesía, a nadie le llamo la atención”.

Texto inédito (11 de marzo de 1969).

Infancia

Recuerdos al cumplir 54 años de edad.

“Allá está mi infancia: un niño pálido, silencioso, camina por una inmensa casa, sube escaleras, invade los desvanes, trepa los anaqueles de la biblioteca, roba viejas revistas”.

Texto inédito, inconcluso (24 a 28 de noviembre de 1968).

Diario íntimo

En noviembre de 1968, Alejandro Carrión escribió, durante cinco días, estas notas.¿Qué las motivó? No sabemos exactamente. Fue una época de cambio en el país, de alianzas políticas ocultas, de proyectos de muchos años que se diluían. El siguiente año, Carrión iniciaría su “auto exilio” en la sede de la OEA.

Cada día del “diario” refleja facetas de una personalidad que siempre se manifestó en su obra: poesía, relato y, claro, su interpelación diaria a los actores políticos. Los textos son una muestra, nunca repetida, de la antesala, del estado de ánimo previo, de las cavilaciones de un creador de palabras que, en un mismo día, podían asumir la forma de una columna periodística con la urgencia del momento o de un poema que esperaría años para ser publicado.

Un extracto de este texto (1979) se publicó como preámbulo a El último rincón del mundo, su intento de “rearmar” la historia de Loja.

Ser lojano

Los lojanos residentes en Quito le pidieron una charla para la celebración anual del día de su ciudad natal. Alejandro Carrión aprovechó la ocasión para explicar lo que, para él, significaba ser lojano: “Yo pienso que ser lojano es, más que nada, una especie de religión…“.

Texto publicado (16 de octubre de 1986).

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Yo no lo merezco, mi generación sí

Palabras de agradecimiento al recibir el Premio Nacional Eugenio Espejo a la creación literaria en 1986. Los premiados por su obra de vida, en otros campos, fueron Eduardo Kingman (arte), Plutarco Naranjo (ciencia) y Leslie Wright (cultura).

Alejandro Carrión amó las palabras y siempre tuvo un enorme respeto por las palabras de otros. En su agradecimiento, no dudó en tomar prestadas palabras de autores que admiraba para expresar sus sentimientos.

Publicados en su obra poética.

“¿Los versos que usted más ama?”

Respuesta a una pregunta de Diego Oquendo, periodista de amplia presencia en los medios nacionales. En la entrevista, a poco tiempo de regresar al país luego de una década de ausencia, Alejandro Carrión responde con menciones a cuatro poemas, de distintas épocas de su creación poética.